Natalia Lafourcade: “A veces la industria es bien cabrona, te la juega chueco”

Juego, autenticidad, andar el camino que le pertenece a uno... y una pizca de crisis de los cuarenta. El Cancionera tour de Natalia Lafourcade llega esta noche al Festival de Cap Roig con la cantautora con más Grammy Latinos enfrentando al público solo con su guitarra y voz en un viaje sonoro donde la tradición, los sonidos que la han marcado y lo contemporáneo se entrelazan. El viaje del nuevo álbum de Lafourcade (Ciudad de México, 1984), Cancionera, a la vez íntimo y lleno de juego, con colaboraciones con los Hermanos Gutiérrez o Israel Fernández.
Un álbum, dice, grabado a la antigua, “en tres semanas, el estudio era como un laboratorio creativo, hicimos todos los vídeos, la música, éramos como ochenta personas... y había que lograr la intimidad de la música. Antes un proyecto así habría sido muy invasivo para mí, pero este me empujó a hacerlo así e invitar a todos los de alrededor a volvernos niños otra vez. Este proyecto tiene esa cosa auténtica del niño interior. Y de asumirme como una cancionera: quiero seguir haciendo esto, pero desde el juego”, asegura Lafourcade.
Este proyecto tiene esa cosa auténtica del niño interior”
Y dice que el nuevo álbum “tiene de mucho de México, de lo lúdico, del doble sentido, pero también hay una profundidad, están mis múltiples caras y máscaras y facetas, lo que he dejado que vea la gente de mí y lo que no había dejado que vieran lo saco a la luz”. Con temas como Amor clandestino o Como quisiera quererte, Cancionera, explica, “lo veo como esos espacios callados de mi personalidad que salieron a la luz y como un conjunto de canciones mensajeras que vinieron a recordarme cositas importantes en la entrada a mi década de los cuarenta. Y como un homenaje a cancioneros y cancioneras que me han inspirado al recordarme que la canción es un poco de todo, compañera, amiga, medicina, maestra. Te regaña, te quiere, te abraza, te hace de todo”.
Ella juega en el álbum con un alter ego, la Cancionera, que “me hace borrar el personaje de Natalia Lafourcade para permitir que surjan otros matices, como un duende misterioso que tenía que aparecer en este punto de mi vida para soplarme algunos secretos y seguir en el camino”. Una cancionera dual. “Está la Roja, una parte de mi personalidad etérea, romántica, soñadora, atorada en el pasado. Y la Negra, más chaveliana, masculina, terrenal, como un toro, muy torpe, grosera, de la fiesta, de la noche, alcohólica”. Por detrás rondan, reconoce, gente como José Alfredo Jiménez, Chavela Vargas o Violeta Parra.
Lee tambiénPese a todo, desmitifica la crisis de los cuarenta: “Como todos, entro en crisis y salgo una y otra vez. Para mí es muy natural. Siempre pasa. La entrada a los cuarenta ha sido algo muy bello, de mucha reflexión. La más valiosa es la de lograr conservar la pureza de la autenticidad: recordar que estoy caminando un camino que me pertenece a mí antes que a nadie más y que tengo la posibilidad de diseñarlo como quiera”. Y admite que “a veces la industria es bien cabrona, te la juega chueco. Pero en la entrada a esta década he podido valorar mucho, limpias tu clóset”. Y asegura que “hay que saber cómo llevarse con la fama, volverla tu amiga, o te lleva para el carajo. Entre fama sí o fama no, estás atorada y no puedes conectar con la autenticidad. Sé verdadera. Con lo que sea que estés viviendo. Y no te mortifiques de más. Ten la valentía de vivir”.
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